PEDRO DE VERA
En el devenir de la tumultuosa Historia de Gran Canaria, mientras los castellanos conjuran unos contra otros, se matan alevosamente y planean nuevas guerras, eliminado Algaba por Juan Rejón y los suyos, aparece en el escenario enviados por las “piadosas” majestades, dos nuevos y siniestros personajes.
Pedro de Vera es uno de ellos. “Caballero” andaluz de Jerez, es caballero por poseer caballo, no por su honestidad. Designado por sus reyes para proseguir la conquista de la isla y posterior colonización.
Pedro de Vera (el cruel) es nombrado gobernador y capitán general el 4 de Febrero de 1480.
La primera escaramuza de éste personaje tiene lugar en Arucas al poco tiempo de su llegada con el resultado de la vil muerte, por la espalda, del valiente Doramas y destierro de muchos canarios.
La segunda “proeza” del sanguinario Vera fue jurar ante el altar (su dios) que llevaría a un grueso número de canarios a la conquista de Tenerife. Los canarios descubren, durante el viaje, el engaño en que habían caído, finalmente y ante las protestas de éstos y el miedo de los castellanos, son desembarcados en Lanzarote.
Vera construye una torre en Agaete y nombra a otro carnicero, Alonso Fernández de Lugo, gobernador de dicha torre.
El de Lugo y Hernán Peraza capturan, cuando dormía, a Tenesor Semidan, Guanarteme de Galdar, lo bautizan y lo llevan a Castilla y regresa reconvertido. El Guanarteme en el futuro será el valedor de los castellanos ante su propio pueblo, quién trata de convencerlos para que se rindan, considerado así traidor a los suyos. La esposa, reina de los canarios es capturada y llevada también a Castilla donde permanece alrededor de un año.
Vera recala en La Gomera, solicitado por la Bobadilla, después de la muerte de Peraza, para sofocar la revuelta de los sublevados, realiza en La Gomera el mayor genocidio del que se tiene noticia en Canarias, siniestra e inhumana venganza contra la población autóctona, acción que lo catapulta a la Historia de Canarias como el mas fiero y siniestro asesino en serie junto con el de Lugo. Las correrías de ambos personajes están bien definidas en la Historia de Canarias.
Poco tiempo después y debido a los continuados abusos y desmanes del de Vera contra gomeros y canarios, es el mismo Guanarteme el que se queja a la metrópolis de las triquiñuelas, trampas y traiciones, robos, violaciones, saqueos, asesinatos y expolio cometidos. Un disgusto por el trato que reciben los de su raza.
Los reyes castellanos le imponen una multa y obliga el regreso de los gomeros sobrevivientes ya vendidos como esclavos, pero los manejos dinerarios de éste evita cualquier pago y sólo queda en una amonestación y el permiso para continuar con sus sanguinarias correrías.
Algunas de las “heroicas” hazañas de éste carnicero son: Apresar a todos los mayores de quince años.
Arrastrarlos de pies y manos y descuartizarlos, cortar los miembros. También se cortaban los miembros, pies y manos, a los vivos
Ahorcamiento.
Atadura de pies y manos con pesas en el cuello echarlos al mar vivos.
A los menores de quince años, mujeres y ancianos, los trató como su arbitraria saña le parecía.
Carga una nave con los desdichados para venderlos.
Vuelto a Gra Canaria toma represalias también contra los gomeros residentes allí. Cometió con éstos las mismas barbaridades ya relatadas.
Cometió todo tipo de sadismo sin límite.
Usó mastines que comieron carne humana, incluyendo niños vivos (crónica de Bartolomé de Las Casas.
Personaje siniestro sus fechorías palidecen cuando se comparan con personajes mas recientes.
Algunos historiadores dicen que Pedro de Vera muere en prisión, leproso y solo, otros lo desmienten. En cualquier caso muere una rata.
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