¡La isla de los calvarios,
con pretensión de conquista,
Tenerife es un infierno
de bendiciones ¡malditas...!!
¡Dispensen: digo malditas
porque a ningún santo inspira
un rosario de mentiras...;
cuenta tras cuenta una cita
de farsantes y traidores...!
¡Oh, cruces, de los dolores,
que a mi Pueblo crucifican
y a Jesús descalifican;
en sus sagradas misiones...!
¡Ah!:
¡No injurio a la Cruz de Cristo
-¡líbreme Dios de tal tino!-;
mas, si, me resulta impío
su agente, el Sr. Obispo:
dignificando al bandido
que verdugo era su oficio;
¡"un tal...", Fernández de Lugo...!!
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario